1899 - 1986
El 24 de agosto de 1899 nace
Jorge Luis Borges en Buenos Aires, hijo de Jorge Guillermo Borges y Leonor
Acevedo, en la casa familiar de la calle Tucumán, entre Esmeralda y Suipacha. Jorge Luis Borges murió en
Ginebra el 14 de junio de 1986.
Jorge Luis Borges ganó los más importantes premios de literatura,
exceptuando uno, el Nobel, en 1976 estuvo a un paso de obtenerlo pero una
inoportuna visita al dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte lo descalificó
ante la Academia Sueca para siempre.
Nació ahí el histórico desencuentro que convirtió al escritor argentino, una de las figuras cumbres de las letras del siglo XX, en candidato crónico e invariablemente frustrado al premio más significativo de Literatura y determinó que el Nobel se perdiera de tener a Borges entre sus galardonados.
El ensayista uruguayo Emir Rodríguez Monegal, su biógrafo autorizado, en “Borges, una biografía literaria”, dice que en 1976 el escritor argentino “ya había sido elegido a medias con Vicente Aleixandre, el poeta surrealista español, para el premio Nobel, cuando una visita intempestiva a Santiago de Chile, para aceptar una medalla de Pinochet, decidió a la Academia a borrar cuidadosamente su nombre”.
Quizá ningún otro texto de Borges haya sido tan debatido en Estocolmo como su discurso en la Universidad de Chile aquel 22 de septiembre al recibir el Doctorado Honoris Causa de manos del propio General Augusto Pinochet.
Nació ahí el histórico desencuentro que convirtió al escritor argentino, una de las figuras cumbres de las letras del siglo XX, en candidato crónico e invariablemente frustrado al premio más significativo de Literatura y determinó que el Nobel se perdiera de tener a Borges entre sus galardonados.
El ensayista uruguayo Emir Rodríguez Monegal, su biógrafo autorizado, en “Borges, una biografía literaria”, dice que en 1976 el escritor argentino “ya había sido elegido a medias con Vicente Aleixandre, el poeta surrealista español, para el premio Nobel, cuando una visita intempestiva a Santiago de Chile, para aceptar una medalla de Pinochet, decidió a la Academia a borrar cuidadosamente su nombre”.
Quizá ningún otro texto de Borges haya sido tan debatido en Estocolmo como su discurso en la Universidad de Chile aquel 22 de septiembre al recibir el Doctorado Honoris Causa de manos del propio General Augusto Pinochet.
Otro biógrafo de Borges, el chileno Volodia Teitelboim, revela en
“Los dos Borges” una opinión que el académico sueco Arthur Lumolkvist le
comunicó en Estocolmo en 1979.
“Soy y seré un tenaz opositor a la concesión del Premio Nobel de Literatura a Borges por su apoyo a la dictadura de Pinochet, que ha sido usada por la propaganda de la tiranía para intentar una operación cosmética”.
“Soy y seré un tenaz opositor a la concesión del Premio Nobel de Literatura a Borges por su apoyo a la dictadura de Pinochet, que ha sido usada por la propaganda de la tiranía para intentar una operación cosmética”.
Según el propio Teitelboim, Borges cada octubre que pasaba recibía
la noticia que no había obtenido el Nobel “con humor agridulce y el corazón
apretado” y “adoptó aires de perdedor experto”.
A una joven periodista argentina que fue a verlo algo compungida en una de esas ocasiones le dijo: “No se preocupe, se trata de una situación que lejos de molestarme, me divierte. Me apena sí por los argentinos, que la siente como si fuera que han perdido un importante partido de fútbol”.
Sin embargo “que no le dieran el Nobel lo afectaba”, según el investigador Alejandro Vaccaro, en “El señor Borges”, escrito a partir de una larga entrevista con Fanny Ubeda que trabajó 35 años en la casa de la familia Borges en Buenos Aires.
“El decía que no, pero Fanny cuenta que todos los años cuando llegaba la noticia, con los periodistas en la puerta, Borges se ponía mal. Y decía: “Si me lo dan sería inmerecido, pero yo quiero que me lo den”, refiere Vaccaro.
Borges, pese a todo, siempre mantuvo en público su actitud de perdedor digno. En 1985 hizo esta sorprendente declaración al diario “Clarín” de Buenos Aires:
“La inteligencia de los europeos se demuestra por el hecho de que jamás me hayan dado el Premio Nobel. ¿Sabe usted por qué? No hay escritor más aburrido que yo. Es una gran equivocación que la gente me lea, porque ni a mí mismo me gusta lo que escribo y por eso ni yo mismo me leo, nunca me he leído.
Todo lo que he escrito, todo, no pasan de ser borradores; ¡borradores!, papeles sueltos. No entiendo a las personas. Y por ejemplo en esta biblioteca que usted ve ahí, no tengo libros míos. ¿Para qué?
A una joven periodista argentina que fue a verlo algo compungida en una de esas ocasiones le dijo: “No se preocupe, se trata de una situación que lejos de molestarme, me divierte. Me apena sí por los argentinos, que la siente como si fuera que han perdido un importante partido de fútbol”.
Sin embargo “que no le dieran el Nobel lo afectaba”, según el investigador Alejandro Vaccaro, en “El señor Borges”, escrito a partir de una larga entrevista con Fanny Ubeda que trabajó 35 años en la casa de la familia Borges en Buenos Aires.
“El decía que no, pero Fanny cuenta que todos los años cuando llegaba la noticia, con los periodistas en la puerta, Borges se ponía mal. Y decía: “Si me lo dan sería inmerecido, pero yo quiero que me lo den”, refiere Vaccaro.
Borges, pese a todo, siempre mantuvo en público su actitud de perdedor digno. En 1985 hizo esta sorprendente declaración al diario “Clarín” de Buenos Aires:
“La inteligencia de los europeos se demuestra por el hecho de que jamás me hayan dado el Premio Nobel. ¿Sabe usted por qué? No hay escritor más aburrido que yo. Es una gran equivocación que la gente me lea, porque ni a mí mismo me gusta lo que escribo y por eso ni yo mismo me leo, nunca me he leído.
Todo lo que he escrito, todo, no pasan de ser borradores; ¡borradores!, papeles sueltos. No entiendo a las personas. Y por ejemplo en esta biblioteca que usted ve ahí, no tengo libros míos. ¿Para qué?
Que se merecía el nobel
como escritor, claro que si, pero, ¿acaso el premio se otorga a quien
lo merece únicamente como escritor?, no, definitivamente No!. Ahora, si el escritor adquiere un compromiso social con su
país, con su gente, es ahí donde la historia le dió lo que se mereció Borges
por esa falta de compromiso con un pueblo, con un continente, con la humanidad,
al haberse alineado más a la derecha que la extrema derecha.
No sorprende lo que le paso a Jorge Luis Borges por el solo hecho de visitar chile y
estar con el dictador Pinochet. ese fue su pecado, pienso que debio juzgarse como escritor, no como persona. lastima por el escritor Borges y los
argentinos que pudieron tener ese gran premio y no pudo ser.
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