OTTO RENÉ CASTILLO
Nació en Quezaltenango, Guatemala, en 1936. El derrocamiento de la dictadura de Ubico y el inicio de la etapa democrática cayeron como una ola sobre la niñez del futuro poeta, y llenaron de estímulos político-sociales su vida circundante, sus años de la primera educación, su adolescencia.
En 1954 ya era presidente de la Asociación de Estudiantes de Post-primaria y uno de los activistas juveniles más destacados del Partido Guatemalteco del Trabajo.
A los 18 años de edad se establece en El Salvador. Ingresa a la Universidad después de un tiempo de dedicarse a diversos oficios para ganarse la vida: sereno de un parque de automóviles, pintor de brocha gorda, vendedor de libros. Simultáneamente escribe con gran intensidad poemas que pese a ser obras de primera juventud, llaman la atención en los círculos culturales de El Salvador y le abren las puertas de la gran prensa salvadoreña, sobre todo después de la obtención del Premio Centroamericano de Poesía de la Universidad, en 1955.
Su poesía se nutrió del dolor de su pueblo y de su indoblegable esperanza y fue un ardiente llamado y un homenaje a los sectores más explotados de Guatemala: las masas indígenas. Sus poemas a Atanasio Tzul son un ejemplo concreto de tal actitud.
Su actividad política y literaria en El Salvador fue sumamente importante. Desde el seno del Círculo Literario Universitario fue un trabajador inagotable en favor de la unificación de criterios de los artistas y escritores jóvenes de aquella época, y, asimismo, un divulgador de los poetas que más influyeron en el punto de partida de lo que luego se llamará la "generación comprometida" (Nazim Hikmet, Miguel Hernández, César Vallejo, Pablo Neruda, etc.)
Su labor poética trascendió las fronteras salvadoreñas y resonaba en Europa (la FMJD le otorgó, desde Budapest, el Premio Internacional de Poesía en 1957). Volvió a Guatemala donde obtuvo el “Premio Autonomía de la Universidad” en 1956,
En 1966 volvió a su patria e integró la guerrilla de las FUERZAS ARMADA REBELDES, siendo capturado por fuerzas gubernamentales el 19 de Marzo de 1967. Castillo fue torturado brutalmente y murió fusilado junto a otros trece colaboradores de la insurgencia. Su poema más recordado es titulado Vamos patria a caminar, yo te acompaño.
Poeta español nacido en Orihuela, Alicante, en 1910.
Hijo de campesinos, desempeñó entre otros oficios, el de pastor de cabras. Guiado por su amigo Ramón Sijé,
se inició en la poesía desde los veinte años; publicó su primer libro Perito en lunas» en 1933 y posteriormente,
los sonetos agrupados en «El rayo que no cesa, marcaron la experiencia amorosa del poeta.
Durante la guerra civil militó muy activamente en el bando republicano como Comisario de Cultura, siendo encarcelado y condenado a muerte al terminar el conflicto. Antes de morir, enfermo y detenido, publicó su última obra, Cancionero
y romancero de ausencias.
Falleció en 1942.
Las diferencias de estos podriamos decir el pais en que nacieron y la forma en que murieron pues Miguel Hernández fue condenado a muerte y Otto René Castillo herido en combate, caputurado y torturado hasta morir.
Las similitudes de estos hombres es que luchaban por la justicia y libertad de aquellos que eran victimas de la politica, quiza su pecado fue no callar y pelear por aquel que necesitaba ayuda.
Realmente es un salvajismo que algunos paises maten a sus poetas por ideales politicos, privandolos de la libre expresion de pensamiento y libertad de expresion.
Para terminar quiero compartir un poema de nuestro compatriota Otto René Castillo
NUNCA ESTOY SOLO
De veras, nunca estoy solo.
Tan sólo estoy triste
cuando tus ojos
huyen
del sitio
en que debimos
encontrarnos
Por la tarde.
Ahora
se pudre la espera
debajo del tiempo,
del tiempo que se ríe
de mí, gran amador,
desprovisto de amada,
en búsqueda siempre.
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